El fenómeno denominado El Paso Misterioso está ubicado a una
distancia aproximada de 135 km. de la ciudad de Guatemala, en la carretera que
une a los municipios de Patulul y San Lucas Tolimán, y consiste en un tramo de
carretera en donde, aparentemente, diferentes objetos como botellas con agua,
pelotas, vehículos, etc. ruedan hacia arriba en una pendiente en donde
normalmente tendrían que bajar.
Sobre este fenómeno la mayoría de explicaciones populares
expresan que las causas que lo producen, corresponden a una creencia mítica que
asegura que se trata de un lugar “embrujado”, debido a que en tiempos
anteriores se practicaba la hechicería en dicho lugar. También existen
versiones de que en el lugar hay muchas piedras y minerales con poderes
magnéticos, opinión compartida por algunas personas del municipio de Patulul.
En los poblados cercanos al lugar del fenómeno, las personas se han
acostumbrado a observar a los visitantes realizar pruebas en la carretera, para
comprobar que los objetos ruedan de manera engañosa a la vista.
Explicación científica
Las hipótesis relacionadas a una explicación empírica del
fenómeno con mayor frecuencia expresadas por los habitantes de los municipios
de Patulul y San Lucas Tolimán, señalan que el fenómeno se produce debido la
existencia de “piedras raras” ubicadas en el terreno o minerales bajo la
tierra, como oro o petróleo que provocan que los objetos sean atraídos con una
fuerza en sentido contrario a su movimiento natural. Sin embargo, no existe
algún estudio formal que compruebe la existencia de magnetismo o fuerza
gravitacional que sea capaz de mover objetos.
Al colocar una brújula sobre diferentes puntos de la
superficie del tramo de carretera donde se manifiesta el fenómeno, no se observa
que los polos de los extremos experimenten fuerzas que los hagan moverse en
direcciones fuera de lo normal, lo cual indica que no existe campo magnético de
una magnitud fuera de lo normal en relación al magnetismo terrestre. Tampoco se
manifiesta un campo gravitatorio especial que provoque que los objetos se
muevan en sentido contrario a un sistema de referencia convencional, lo cual
representaría un evento que se encuentra fuera de las leyes de la física.
Cuando se riega agua en el tramo de carretera donde se
manifiesta el fenómeno, se observa que el agua sigue una trayectoria natural
hacia abajo aunque en apariencia exista una cuesta hacia arriba; lo cual
comprueba de que si existiese un campo gravitatorio de dicha magnitud, sería
algo sobrenatural que se opone, en muchos aspectos, a una explicación
científica.
En la mecánica clásica las leyes del movimiento muestran que
los cuerpos tienden a continuar su estado en reposo relativo o su movimiento
rectilíneo con rapidez constante a menos que sobre el se aplique una fuerza
desequilibrante, razón por la cual, al existir una fuerza desequilibrada sobre
los objetos que se desplazan en dicho tramo de carretera, tendría que ser una
fuerza de gran magnitud y en sentido contrario que fuera capaz de cambiar el estado
inercial de los cuerpos que la experimentaran. Cabe mencionar, también, el
primer postulado de la teoría de la relatividad especial: “Todas las leyes de
la naturaleza son iguales en todos los marco de referencia con movimiento
uniforme” (Albert Einstein, publicación: “Sobre la electrodinámica de los
cuerpos”,1905).
Al dejar rodar diferentes cuerpos como cilindros, esferas,
discos y otros sobre el plano inclinado, los cuerpos se mueven influidos por su
inercia rotacional que depende de la distribución de masa y el radio de giro
del objeto. Se observó que al dejar rodar llantas, latas, envases con agua y
esferas en el tramo de carretera en donde se produce el fenómeno, el rodamiento
no tiene nada fuera de lo normal que el que se produjo en otro plano en donde
se dejaron rodar los mismos cuerpos, lo cual no hubiera sido posible si
materiales paramagnéticos influyeran en el movimiento.
El fenómeno antes mencionado se debe a una ilusión óptica
que se produce por una razón geométrica, poco perceptible, que existe entre el
descenso del tramo de carretera y el ascenso del terreno. Esto quiere decir
que, aunque la inclinación del tramo de carretera sea hacia abajo, los objetos
no descenderán por sí mismos; debido a que el terreno se inclina hacia arriba.
Dicho desnivel del terreno es difícil de observar a simple vista, debido a que
la vegetación del lugar y el punto geográfico en donde se encuentran no permite
apreciar de forma sencilla su inclinación ascendente. Lo cual se puede
comprobar al medir con instrumentos topográficos y determinar las alturas
reales que existen en el terreno para precisar hacia dónde se encuentra
inclinado.
El ojo humano no puede considerarse como un instrumento de
medición preciso. Al utilizar el teodolito se establecen cotas de caminamiento
sobre el suelo y mediante un pedestal se miden los diferentes niveles del
terreno sin que influya el entorno natural en el marco de referencia del
observador. Esto se debe a que el haz luminoso que se propaga por el aire
incide en la superficie de la placa de vidrio produciendo un haz reflejado bien
definido de las alturas reales del terreno sobre el cual está construido el
tramo de carretera en donde se percibe el fenómeno.

Se encuentra ubicada al sur del hermoso Lago Atitlán, en el Departamento de Sololá, en su territorio se ubican los volcanes Atitlán y Tolimán. Su fiesta titular se celebra del 15 al 20 de octubre, siendo el día principal el 18.
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